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Estoy tumbada en el sofá-cama de mi habitación mientras observo detenidamente todas las fotos que plagan las paredes de mi cuarto.
Imágenes muy diversas que han reducido, aparentemente, el tamaño de mi habitación pero a pesar de la ligera claustrofobia que provocan en mi, le han dado un toque personal. Algo de mi se ha plasmado en estas paredes y no puedo dejar de observar cada detalle. Me detengo, y meto en el reproductor de DVD una película que llevaba queriendo ver muchos meses, "Báilame el agua". Una bonita historia que por lo que me han contado, se basa en un chico conoce a chica, se enamora de ésta y hace lo que sea para conseguirla. Ambos viven en la calle y cuando ella también se fija en él, comienza el desarrollo de una historia de amor. Ante las dificultades económicas el chico se hace camello y ella se mete a prostituta, a partir de lo cual contrae una enfermedad a causa de las drogas. La prostitución y el caballo acaban con su vida, pero no sin antes escuchar un poema que su novio le dedica:
"BAILAME EL AGUA. ÚNTAME DE AMOR Y OTRAS FRAGANCIAS DE TU JARDÍN SECRETO. RIÉGAME DE ESPECIAS QUE DEJEN MI VIDA IMPREGNADA DE TU OLOR. SÁCAME DE QUICIO. LLÉVAME A PASEAR ATADO CON UNA CORREA QUE APRIETE DEMASIADO. HAZME SUFRIR. AVIVA LAS ASCUAS. PONME A SECAR COMO UN TRAPO MOJADO. NO DESATES LAS CUERDAS HASTA QUE SEA TARDE. SÍRVEME UN VASO DE AGUA ARDIENTE Y BENDITA QUE ME QUEME POR DENTRO, QUE NO SEA TUYA NI MÍA, QUE SEA DE TODOS. LÍBRAME DE MI ESTIGMA. LLÁMAME TONTO. SACRIFICA TU AUREOLA. PERDÓNAME. OLVIDA TODO LO QUE HAYA PODIDO DECIR HASTA AHORA. NO ME ARRASTRES. NO ME ASUSTES. VETE LEJOS. PERO NO SUELTES MI MANO. EMPECEMOS DE NUEVO. SAMGRA MI LABIO CON SANGÜIJUELAS DE COLORES. FUMA UN CIGARRO PARA MÍ. TRAGA EL HUMO. ARRÉGLALO Y QUE NO VUELVA A ESTROPEARSE. ÉCHALO FUERA. CRÚZATE CONMIGO EN UNA AUTOPISTA A CIEN POR HORA. SUEÑA RETORCIDO. SUEÑA FELIZ, QUE YO ME ENCARGARÉ DE TUS ENEMIGOS. DAME LA LLAVE DE TUS OIDOS. TOCA MIS OJOS ABIERTOS. NOTA LA TEXTURA DEL CALOR. HASTA REVENTAR. SÉ YO MISMO Y NO TE ARREPENTIRÁS.
¿POR CUÁNTO TE VENDES? REGÁLAME A TUS ÍDOLOS. YO TE ENVIARÉ A LOS MÍOS. PÍLLATE LOS DEDOS. LOS LAMERÉ HASTA QUE NO SEPAN A MIEL, HASTA QUE NO DEJEN DE SER MIEL. SAL, NIEGA TODO Y DESPUÉS VUELVE. TE INVITO A UN CAFÉ. CALIENTE CLARO. Y SIN AZÚCAR. SIN ALIENTO.
Es sábado por la noche y todavía me pregunto porqué mi novio no me ha llamado a sabiendas de que me iva a pasar todo el día estudiando como una cabrona. Estoy en mi pequeño descanso y cuando termino de ver la película, entre lágrimas me duermo.
Suena el teléfono. Son las 6:00 de la mañana y en la pantalla de mi móvil aparece un número que empieza por 687. Sonrío. Debe de ser él desde el teléfono de su madre con una buena excusa preparada para decirme porqué no dio señales de vida, menudo listo.
Lo hace probablemente para que se me pase el cabreo para poder verme hoy, y lo peor es que se me pasará y haré como si no hubiera ocurrido nada. En fin, descuelgo.
Es su madre, y su voz destila vibraciones nerviosas tan profundas que podrían haber despertado hasta al mismisimo Napoleón de su tumba. Me tiemblan las piernas. Pregunto dudosa que cojones ha ocurrido y entre gritos y llantos expresa a trompicones algo que, sería lo último que hubiera querido oir en mi vida, una de las cosas por la cual más había rezado cada noche, con tal de que no ocurriera.
-Él está en coma. Le han ingresado por sobredosis hace tres horas. Estamos en el hospital Niño Jesús.
PUM. TE TUMBAN.
Estampo el teléfono contra la pared mientras un grito ensordecedor hace que mis padres lleguen a velocidad vertiginosa a mi puerta. La abren y me encuentran tirada en el suelo dando puñetazos con toda mi furia a la pared. Me agarran y yo no puedo parar de gritar mensajes al aire sin sentido. La rabia me posee y me dan ganas de morir. Le amo, no puede dejarme aquí tirada y sola porque le necesito. Es la primera vez que una persona consigue que mi estómago de vueltas de campana cada vez que me agarra la mano o pronuncia mi nombre. No puede pasarle a él.
Y despierto. Estoy tumbada en una camilla de hospital. Miro mis brazos plagados de tubos interconectados a otros tubos, y respiro forzosamente. Alargo mi brazo hasta que alcanzo la altura de mi cara con la mano y toco mi nariz, una vía.
No recuerdo como he llegado hasta aquí y mi madre viene rápido a abrazarme. Lo primero que hago es pedirle mi movil para llamarle, necesito contarle que estoy bien, que esté tranquilo y que sea lo que sea lo que me ha ocurrido voy a salir de ésta.
Cuando entonces vuelve ese puto huracán de lágrimas en el momento en el que mi madre me repite que está en coma desde ayer.
Mis lágrimas resbalan por los tubos que se entrelazan con mi cuerpo. Cierro los ojos con todas mis fuerzas para imaginar que cuando los abra todo habrá sido una puta pesadilla, pero no es tan fácil como parece. La vida no es de color de rosas cuando se sobrepasa el límite de la mala vida. Él está apunto de irse y a cada bombeo que mi corazón produce le noto más lejos.